Me subí en el metro como cualquier día...siempre era lo mismo buscar miradas para escudriñar vidas y pasar el rato, al momento me encontré escudriñada yo, aquella mirada era hiriente, quería inquietarme y lo consiguió, apenas podía fijar la mirada lo suficiente como para ver su color...y volví la cara...me hubiera gustado poder bajarme inmediatamente.
cuando levante la vista, me encontré con otra mirada...esta se había dado cuenta de mis pensamientos y quería transmitirme sosiego...su gesto era dulce y dioss,
su color era de un negro intenso, algo me llegó hasta la boca del estomago y allí empezaron a volar, no sabría decir que.......
Durante todo aquel día no podía pensar en otra cosa.
Al día siquiente, busque las mismas dos miradas, pero...
(esto es un minirelato)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEs tan dificil encontrar profesionales que les guste su trabajo....
ResponderEliminarpero ser buscador de miradas no parece facil, en los tiempos que corren, donde la gente va con la cabeza baja y evita mirarte.