No hace falta que salgas de tu habitación. Quedate sentado ante tu mesa y escucha.
Ni siquiera hace falta que escuches; simplemente espera. Ni siquiera hace falta que esperes; simplemente, aprende a quedarte callado, quieto y a solas. El mundo se te ofrecerá libremente para que le quites la mascara.
No tiene otra opción; caerá a tus pies en éxtasis.
(FRANZ KAFKA)
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